PARA DAR MORBILLO: ¿WHO'S WHO?

Ya me han preguntado varias veces qué personajes de la novela existieron.  En honor del morbo, proporcionaré algunos datos sobre ellos, así como otros  acerca del entorno histórico del Imperio Acadio, a fin de que podáis  situar mejor los hechos narrados en la historia.

Detalle del Disco de alabastro
conservado en la Universidad
de Pennsylvania. Sería un
retrato de Enheduanna
Enheduanna. Su tumba se perdió, destruida por los gutis. Sin embargo, sus servidores dejaron constancia de su existencia en las lápidas funerarias personales. También se han encontrado un peine de marfil y una tableta de escritura con su nombre, que debieron pertenecer a su ajuar funerario. Su mejor recuerdo fue la inmortalidad que alcanzó con su obra literaria.
Adda. El mayordomo de Enheduanna.  Se encontró la lápida de su tumba en unas excavaciones.
Kitudu. El escriba-secretario de Enheduanna. Al igual que el anterior, encontramos la lápida de su tumba.
Palili. El peluquero de Enheduanna. Igual que los anteriores, con la particularidad de que debía ser un gran artista del cabello, ya que tenía el mote  de Dingir (el dios).
Lugalnuzu. El hijo de Enlilbani e Iltani. No sabemos quiénes fueron sus padres (los de la novela son inventados), pero sí sabemos que existió y que fue Shangu del recinto sagrado de Enlil en Nippur, y que a finales del reinado de Sharkalisharri llegó a gobernador de Nippur.
Aman-Ashtan. La hija de Agisa y Akkilu. Sus padres son inventados, pero ella existió.  Hemos encontrado la lápida de su tumba y fue arpista de la Entu Tutanapshum de Nippur.
Naram-Sin. Existió y se conservan varios restos de su reinado, como el palacio inconcluso de Urkesh o la 
Figura de Naram-Sin.
Posiblemente es el único
retrato real que conocemos
famosa estela del Museo del Louvre.
Sharkalisharri. El heredero de Naram-Sin. No sólo existió, sino que también fue gobernador de Nippur antes de ser rey.
Tutasharlibish. La esposa de Sharkalisharri. Existió.
Meshalim.  La esposa de Naram-Sin. Sabemos que era de familia rica, y que se enriqueció más aún negociando con piedra de construcción. Al igual que Tutasharlibish, fue de las pocas esposas reales sumerias que usaron el título de reina.
Shumshani. Hija de Naram-Sin. Fue sacerdotisa de alto nivel en el Templo de Utu en Sippar.
Enmenanna. Hija de Naram-Sin. Sucedió a Enheduanna como Entu de Ur.
Me-Ulmash. Hija de Naram-Sin.
Nabí-Ulmash.  Hijo de Naram-Sin. Fue gobernador de Tuta.
Taram-Agadé. Hace unos años se encontró su tumba en las ruinas de Urkesh.  Se cree que murió joven, tal vez al dar a luz, aunque fue madre del heredero de Urkesh. Gracias a su tumba sabemos los nombres de numerosos funcionarios de la época, así como el detalle de que Enmenanna acudió a  su boda, pero no Tutanapshum.
Lipitili. Hijo de Naram-Sin. Fue gobernador de Marad.
Reconstrucción de la ciudad de Ebla.
destruida por Naram-Sin.
Lugalniba. Fue ministro de Naram-Sin.
Urda. Fue ministro de Naram-Sin.
Etibmer. Fue ministro de Naram-Sin.
Shu-Ilishu. Fue juez de la corte de Naram-Sin.
Sharrish-Takal. Fue ministro de Naram-Sin.
Lugal-Ushumgal. Fue gobernador de Lagash con Naram-Sin.
Iphur-Kish. Existió. Dirigió una coalición norteña contra Naram-Sin. Fue derrotado estrepitosamente ante Agadé y ya no se sabe más de él. Aunque tenía fama de gafe.
Summirat-Ishtar. Madre de Iphur-Kish. Fue nin-dingir del Templo de Ishtar de Kish.
Lugalanne. Gobernador de Ur con Manishtusu. Se rebeló contra Naram-Sin y se autoproclamó rey. Su muerte fue tan espantosa como se narra en la novela.
Satuni. Fue rey de los lullubis.
Rish-Adad. Rey de Ebla. Acabó perdiendo vida y trono a manos de Naram-Sin.
Mannudannu.  Rey de Magán. Fue humillado por Naram-Sin, aunque no conocemos las circunstancias.
Hisepratep. Rey de Awan. Derrotado y muerto por Naram-Sin.
Helu. Hijo de Hisepratep. Tuvo que humillarse, aunque con el tiempo se independizó de Akhad  durante el reinado de Sharkalisharri.
Usurawasu. Rey de los gutis. Subió al trono tras la derrota ante los lullubis. Reinó seis años (dos mandatos).
Sadarmat. Rey de Namar durante el reinado de Naram-Sin.

Finalmente… Sheru.   El personaje de Sheru es imaginario, aunque posee una parte real. La Entu Tutanapshum de Nippur existió. Se hizo rica comerciando con cebollas, perfume y lapislázuli, y era pariente de Enheduanna.

Respecto al Imperio Acadio, podemos empezar diciendo que fue el primero de la historia (que sepamos) y duró poco.  Fue fundado por Sargón de Akhad, padre de Enheduanna, tras derrocar en un golpe de estado al rey de Kish y apoderarse más tarde de todas las ciudades entre los dos ríos. Sus conquistas llegaron hasta la isla de Chipre.  Siglos después se le recordaba como un gobernante duro pero justo. Un ejemplo para los reyes babilonios.

Figura de Rimush.
Le sucedió en el trono su hijo Rimush, que tuvo que enfrentarse a una rebelión de los sumerios. Ahogó en sangre el levantamiento. En uno de sus textos se jacta de haber matado a 30.000 prisioneros en un día, y de haber creado el primer campo de concentración de la historia, donde internó a casi 50.000 personas. Derrotó a los awanitas.  Falleció de un golpe en la cabeza,  propinado con un sello de piedra, en un oscuro golpe de estado.

Su sucesor fue su hermano Manishtusu, cuyo reinado constituyó un remanso de paz, salvo alguna  escaramuza menor.  Murió asesinado en extrañas circunstancias, y su muerte se vio precedida  por un eclipse y un gran terremoto.

Naram-Sin tuvo que enfrentarse a una sangrienta guerra civil, que logró sofocar en cinco años. Luego inició una serie de guerras de conquista, intentando emular a su abuelo.  En el momento en que acaba la novela, Naram-Sin se dispone a iniciar una campaña contra Ebla. Al acabar dicha campaña, no sólo había destruido el reino de Ebla (quemó la capital hasta los cimientos), sino que sus conquistas lo habían llevado hasta el sur de la actual Turquía y, por toda la costa mediterránea, hasta la actual frontera con Egipto en el Sinaí.  Pero el imperio quedó destrozado por semejante  esfuerzo. Las ideas sociales y teológicas de Enheduanna no pudieron triunfar en aquel  momento, por culpa de las convulsiones sociales y políticas.

Diez años después del momento en que acaba la novela, Naram-Sin muere, siendo recordado siglos después  como un gran conquistador, pero un gobernante nefasto. Sube al trono su hijo Sharkalisharri.  Desde el primer instante comienza a perder trozos de territorio. Reinó quince años y murió asesinado en un golpe de estado.  A su muerte el imperio había quedado reducido al terreno original, entre los dos ríos. 
Sharkalisharri fue sucedido por hasta cinco reyes casi desconocidos, cuyos reinados acontecieron a lo largo de un año. Transcurrido ese año, los gutis bajaron de las montañas y arrasaron Akhad. Agadé fue quemada hasta los cimientos y jamás se recuperó (siglos después era un  simple villorrio,  cuya situación se perdió en la memoria colectiva). Todas las grandes ciudades de los dos ríos fueron pasadas a cuchillo y saqueadas. El recinto de Ur fue destrozado, así como el giparu, y robadas las  tumbas de las Entu (incluida la de Enheduanna).

La máxima expresión de la III Dinastía de Ur:
El Zigurat
Con esa invasión se inicia una fase de oscuridad histórica y documental que duró unos cien años, y que es conocida como “La era oscura de Sumeria”.  Sin embargo, algo curioso sucedió, y es que el recinto sagrado de Nippur fue respetado.  A lo largo de esos cien  años, en ese recinto se guardó la llama de la esperanza, y las tablillas de una cultura milenaria.  Finalmente, transcurridos esos eones de tinieblas,  la llama salió de Nippur e inundó los campos de Sumeria, haciendo que cabezas negras y acadios se unieran como un solo pueblo y expulsaran al invasor.  Así se inició la III Dinastía de Ur, o “renacimiento sumerio”, al que algunos sumeriólogos denominan “The golden age of women”. 
¿Cómo se esparció aquella luz, aquellas llamas de cultura y de esperanza?  ¿Cómo se convirtió la diosa Ishtar en la más grande del panteón y cómo, por fin, se impusieron las ideas sociales y teológicas de Enheduanna?

Eso… es parte de otra historia.

Comentarios

  1. Muy chula esta entrada. No he podido resistirme leerla, pese a que aún estoy con el libro. Me he saltado los personajes que aún no han salido y no me suenan, (por si acaso).

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    1. En realidad es el anexo que he añadido al libro al final. Supuse que siempre da morbo en este tipo de novelas el saber quién existió. Y además, la verdad es que el imperio acadio es tan desconocido que, o cuentas algo sobre él, o corres el riesgo de que lo confundan con El Rey escorpión 4ª parte. ;D

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