LAS CHICAS SON GUERRERAS (I)

Con esta entrada voy a iniciar una serie de artículos, en los que poco a poco iré presentando a mujeres que han conseguido el calificativo de "hacker".  Empiezo con la pionera por excelencia, tan pionera que vivió en una época en que el término "hacker" aún no existía siquiera.  Me refiero a Lady Ada Lovelace.

No hagáis caso del peinado.
Aún no había nacido Llongueras.
La muchacha nació en 1815.  Y lo tenía todo: era un bellezón, era hija de Lord Byron (casi nada), y en vez de dedicarse a coser, a hablar de flores o a esas bonitas actividades que practicaban las mujeres victorianas, ella se dedicó a las matemáticas.  Por si lo estáis ya pensando, pues sí.  Hubo al principio  muchas habladurías al respecto, pero ser guapa y rica tiene su aquél, así que las descripciones de la época son muy generosas al respecto, calificándola de encantadora y bella. Solamente se conoce un caso de alguien que la trató de estirada y otros epítetos poco amables. Y sabemos que ella le había dado calabazas, así que...

Su contribución a la Ciencia viene de la mano de su amistad con Charles Babbage. Este era un matemático que intentaba diseñar máquinas de calcular.  Hay que tener en cuenta que en aquellos tiempos Inglaterra era el centro del mundo, y que el imperio se sostenía gracias al apoyo de un bonita flota de barcos de guerra. Los barcos de esos tiempos necesitaban buenos cronómetros y buenas calculadoras, al no existir el GPS, así que el almirantazgo patrocinaba los estudios de Babbage.  La verdad es nunca logró acabar ninguna de las máquinas, porque se pasaba el día añadiendo cosas. Hoy día, gracias a simulaciones, sabemos que muchas de ellas habrían funcionado perfectamente, pero ya se sabe: ser perfeccionista no siempre te lleva a buen puerto.

Código fuente en lenguaje ADA. No entenderéis
gran cosa, pero ella, se lo habría pasado
muy bien con esto.
Nuestra protagonista de hoy, tenía fama de llevarse muy bien con los hombres, y no solamente en el aspecto del ligoteo, sino en el intelectual. Ella se definía como "poetisa científica y analista" y  llenaba sus tertulias de científicos y escritores (entre otros, Charles Dickens).  Y es en esa labor de analista en la que aparece su genialidad. Para Charles Babbage, la máquina analítica era una simple calculadora, mientras que para Ada, la máquina tenía un potencial en el cumplimiento de tareas y funciones diversas.  Para ello desarrolló el primer algoritmo de la historia, e inventó una metodología de programación cuyas bases hoy día se siguen utilizando. por si fuera poco, llegó a pensar en el sistema de introducción de datos, sugiriendo las tarjetas perforadas.   Estamos, pues, ante el primer programador informático de la historia. A partir de ahora, cada vez que algún listillo os diga eso de "las mujeres y los ordenadores" advertirle que los programas de ordenador llevan faldas.

Pero ya sabemos lo que suele suceder con la Historia. Fue ninguneada y olvidada durante años, hasta que a mediados del siglo XX se la empezó a recordar de nuevo. En el año 1979, el Departamento de Defensa de los EE.UU, le puso su nombre a un nuevo lenguaje de programación, el ADA, el cual, además, es el primer lenguaje diseñado para sistemas expertos (o sea, sistemas que pueden tomar decisiones por sí mismos, aunque dentro de unos parámetros determinados).  En realidad, es un triunfo tardío un poco agridulce, pues no es divertido saber que tu nombre sirve para programar misiles de crucero o bombas "inteligentes", aunque, por suerte, también tiene aplicaciones en el control de tráfico aéreo y la industria aeroespacial, con lo que bien se puede decir que Ada Lovelace, logró llegar a las estrellas. 


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